
Homero (aprox. siglo VIII a.c.) es el nombre dado al poeta y rapsoda griego antiguo al que tradicionalmente se le atribuye la autoría de las principales épicas griegas (La Ilíada y La Odisea), la épica menor cómica Batracomiomaquia (‘La guerra de las ranas y los ratones’), el corpus de los himnos homéricos, y varias otras obras perdidas o fragmentarias tales como Margites.

En la obra de Arato aparecen las constelaciones clásicas, algunas ya identificadas con mitos griegos. La base de la mitología griega se remonta como es sabido a las obras de Homero y Hesiodo. Homero vivió supuestamente en el siglo VIII o IX a.C. y sería eternamente famoso por ser el autor de La Ilíada y La Odisea, consideradas el fundamento de la cultura y mitología griegas. La Ilíada narra en veinticuatro cantos o 15.537 versos una parte de la guerra entre griegos (aqueos) y troyanos. La Odisea está constituida por otros tantos veinticuatro cantos y 12.000 versos, donde se narra la búsqueda de Ulises (Odiseo en griego) por parte de su hijo Telémaco, así como las diversas aventuras de Ulises para llegar a su patria en la isla de Ítaca. De la vida de Homero prácticamente no sabemos nada, lo que ha dado pie a diversas hipótesis que sugieren que se trata de una figura ficticia creada por los griegos para aglutinar varias obras clásicas bajo un mismo autor. Y es que no debemos olvidar que los griegos en la época de ambos autores eran analfabetos y que su obra se creó para la transmisión oral.

En la Odisea podemos leer:
"Con aquel dulce viento, Ulises divino desplegó su velamen; sentado rigió con destreza el timón; no bajaba a sus ojos el sueño, velaba a las Pléyades vuelto, al Boyero de ocaso tardío y a la Osa, a que otros dan el nombre del Carro y que gira sin dejar su lugar al acecho de Orión; solo ella de entre todos los astros no baja a bañarse al Océano. La divina entre diosas Calipso dejó dicho a Ulises que arrumbase llevándola siempre a su izquierda."
"Con aquel dulce viento, Ulises divino desplegó su velamen; sentado rigió con destreza el timón; no bajaba a sus ojos el sueño, velaba a las Pléyades vuelto, al Boyero de ocaso tardío y a la Osa, a que otros dan el nombre del Carro y que gira sin dejar su lugar al acecho de Orión; solo ella de entre todos los astros no baja a bañarse al Océano. La divina entre diosas Calipso dejó dicho a Ulises que arrumbase llevándola siempre a su izquierda."
No hay comentarios:
Publicar un comentario